El acuífero de la Península de Yucatán (PY) es muy vulnerable a la contaminación debido a que está formado por un tipo de suelo que tiene muchas grietas y es muy poroso. Este suelo tiene una red de cavernas conectadas entre sí, que permite que el agua subterránea se mueva rápidamente desde el interior hasta la costa. Debido a esto, muchos contaminantes pueden infiltrarse y trasladarse con facilidad.
Las principales fuentes de contaminación del agua provienen de diversas actividades cotidianas y procesos que, al ser gestionados de manera inadecuada, generan impactos negativos en el ambiente. Entre estos se encuentran el desalojo de aguas pluviales sin tratamiento, la deficiente gestión de aguas residuales, la acumulación de residuos en vertederos a cielo abierto, así como las actividades industrial y pecuaria, y el uso de agroquímicos. La presencia de contaminantes en el agua constituye un problema grave en la región, ya que compromete la salud de la población. Si no se implementan medidas adecuadas de manejo y tratamiento del agua, estas actividades pueden provocar desequilibrios ambientales de gran magnitud.
Desarrollo Urbano
Esta fuente de contaminación proviene de los pozos pluviales diseñados para evacuar el agua de lluvia en áreas urbanas, los cuales captan el escurrimiento de calles y superficies contaminadas con aceites, grasas, heces fecales y metales pesados. Asimismo, incluye las aguas residuales domésticas provenientes de sumideros, algunas fosas sépticas y biodigestores, así como un número reducido de plantas de tratamiento.
Residuos sólidos urbanos y líquidos
Los rellenos sanitarios de Yucatán, incluido el de Mérida, requieren mantenimiento urgente, ya que están sobrecargados y operan como tiraderos a cielo abierto, generando lixiviados que contaminan el manto freático. Además, en el estado existen más de 30 pequeñas plantas de tratamiento de aguas residuales, pero solo una está destinada al tratamiento de aguas de nixtamal y lodos de fosas sépticas, lo que provoca una rápida saturación.
Industria
En Yucatán, la mayoría de las industrias se encuentran en el sureste de Mérida. Estudios de calidad del agua han encontrado altos niveles de metales como arsénico, cadmio, plomo y cromo, que superan lo permitido por las normas de salud. Estos metales en el agua subterránea son un problema para la salud en la región.
Actividad pecuaria
La actividad porcícola y avícola también son otra fuente de contaminación, por ejemplo, aproximadamente el 63% de las granjas porcícolas recibe parcialmente algún tratamiento, principalmente conformado por granjas grandes y el 37% no recibe ningún tratamiento. De este 37% que no recibe ningún tipo de tratamiento, el 90% lo conforman granjas pequeñas y medianas del sector social. En la actividad avícola, residuos como la gallinaza o pollinaza, los animales muertos y los huevos no eclosionados, en algunos casos son dispuestos en terrenos a cielo abierto. Cuando estos desechos se depositan directamente sobre el suelo, generan una elevada carga de contaminación orgánica, afectando tanto al suelo como al acuífero subterráneo.
Actividad Agrícola
En la agricultura, el tema relevante es el uso de agroquímicos. Se ha detectado contaminación por plaguicidas en los sistemas de pozos profundos del acuífero del estado de Yucatán, que surten y distribuyen agua a las poblaciones humanas de los municipios. Estos pozos presentan concentraciones importantes de organoclorados como heptacloro, lindano y endosulfán. Lo mismo se presenta en algunos cenotes y pozos distribuidos en el anillo de cenotes con flujos subterráneos hacia la costa norte y occidental del estado.

Blibligrafía
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Programa Hídrico Regional 2021–2024: Región Hidrológico-Administrativa XII Península de Yucatán. CONAGUA. Recuperado de https://files.conagua.gob.mx/conagua/generico/PNH/PHR_2021-2024_RHA_XII_Pen%C3%ADnsula_de_Yucat%C3%A1n.pd