Autor. Dr. Francisco Guerra Martínez | Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Mérida
Una inundación se refiere al cubrimiento temporal por agua de la superficie terrestre cuando este cubrimiento sobrepasa la capacidad que tiene un terreno de soportar ciertas cantidades de agua, es decir, hay más agua de la que un sitio puede absorber. En el caso de Yucatán, las inundaciones pueden ser ocasionadas por tres circunstancias: 1) la subida de marea (que afecta a zonas costeras), 2) la concentración de agua de lluvia ocasionada por eventos hidrometeorológicos –e.g. lluvias ocasionadas por ciclones tropicales-, 3) la saturación del drenaje subterráneo (criptorreico) que ha favorecido la saturación de pozos y cenotes de los que ha brotado agua durante las inundaciones. Contrario a lo que podría pensarse, Yucatán ha presentado y seguirá presentando inundaciones a lo largo del estado.
La vulnerabilidad es la posibilidad de que un sitio sufra daño derivado de su exposición y sensibilidad frente a una amenaza o peligro y, además, de su incapacidad para recuperarse una vez que la amenaza ha causado un daño. En pocas palabras un sitio es muy vulnerable a una amenaza si está expuesto a la misma, es sensible a la misma y, además, no puede recuperarse rápidamente por medios propios. Conceptos para entender la vulnerabilidad de un sitio a inundarse son: 1) amenaza; 2) exposición y; 3) riesgo. Una amenaza causa un riesgo y provoca daño en la población, sus actividades económicas y su infraestructura, un ejemplo de amenaza es una lluvia torrencial. El riesgo se entiende como la probabilidad de ocurrencia de pérdidas humanas o materiales.
Inundaciones ocurridas en la Ciudad de Mérida, Yucatán en Julio de 2024. Tomado de Uno TV.
La vulnerabilidad a inundaciones depende de los agentes y factores, es decir de las características de un sitio. Los agentes son características del terreno (e.g. Forma del terreno, plano o accidentado), mientras que los factores son condiciones del ambiente (e.g. Ocurrencia de deforestación –pérdida de bosques-). Diversos agentes y factores pueden influir en las inundaciones. Entre los agentes que influyen en las inundaciones se encuentran: pendientes, altitud, tipos de suelos, tipo de vegetación, distancia a cuerpos de agua –cenotes, ríos, presas, lagunas, arroyos-, distancia entre centros de población, vías de comunicación a otras poblaciones, entre otros. Mientras que entre los factores que inciden en inundaciones están: la modificación del régimen de precipitación –eventos de lluvias extremas- y la deforestación.
Por ejemplo, si vives en un área inclinada es menos probable que se inunde en comparación con lugares de sitios planos; si vives en la punta de un cerro, es prácticamente imposible que el sitio se inunde en comparación con sitios que se encuentran en las faldas del mismo cerro; si vives en sitios rodeados por concreto es más probable que se inunde en comparación con sitios en donde hay tierra que pueda absorber el agua; si vives en sitios cercanos a ríos, presas, lagunas o arroyos es altamente probable que en algún momento el sitio se inunde; si vives en un sitio con alto riesgo de inundación y está alejado de otros centro de población, además de la inundación, será difícil recuperarse del desastre por la distancia de la que podría venir la ayuda; finalmente, y muy importante, si vives en sitios donde se han deforestado y talado los bosques, en combinación con otros factores antes mencionados, es aún más probable una inundación. Una combinación de factores, naturales y ocasionados por el ser humano, pueden provocar severas inundaciones. Las lluvias extremas y la deforestación o tala de bosques resultan en una combinación letal y un ciclo repetitivo de inundaciones.
Una causa importante de desastres es la falta de cumplimiento en las políticas de desarrollo urbano y ordenamiento territorial, la normativa no se respeta y el crecimiento urbano desorganizado interfiere con los procesos de infiltración, percolación y absorción. Frente a los escenarios de cambio ambiental esperados alrededor del mundo es necesario comenzar a diseñar medidas de adaptación que reduzcan el riesgo de pérdida de vidas e infraestructuras.
